Rompiendo el estigma con respecto a la salud mental en el trabajo
Aunque ya hablamos de salud mental con mucha más naturalidad que antes, y además las nuevas generaciones son bastante más abiertas con respecto a este tema; no obstante, sigue existiendo un estigma con respecto a tener alguna situación que afecte la salud mental propia, sobre todo si prevé que pudiera afectar el desempeño laboral.
En consecuencia, podemos observar varios factores:
- Miedo a la discriminación: Muchas personas con trastornos mentales temen que, si revelan su condición, puedan ser vistas como menos competentes o poco confiables.
- Falta de comprensión: Todavía hay muchos mitos e ideas erróneas sobre la salud mental, lo que lleva a juicios injustos o a minimizar el impacto real de los trastornos.
- Poca apertura institucional: Algunas empresas carecen de políticas claras o de un ambiente que fomente la salud mental, lo que desalienta a los empleados a hablar o buscar ayuda.
- Consecuencias profesionales: Algunas personas han experimentado represalias o falta de oportunidades después de revelar una condición mental, lo que refuerza el silencio.
Sin embargo, así como todavía nos encontramos situaciones como estas, también hay cada vez más empresas trabajando para romper estos estigmas, y creando programas para que sus colaboradores puedan concientizarse y cuidar mejor su salud mental desde el centro de trabajo. Es gratificante revisar algunas de estas prácticas, ya que pueden ilustrarnos sobre cómo impulsar un cambio de paradigma con respecto a la salud mental en la vida organizacional:
Microsoft, por ejemplo, ha fomentado una cultura de apertura y apoyo, destacando en la creación de entornos donde las personas pueden hablar sobre su salud mental sin miedo a las represalias. Para que esto funcione, ha invertido recursos para capacitar a sus líderes en salud mental, y ha brindado acceso a terapeutas y recursos de bienestar a través de su plataforma interna.
Unilever, por su parte, creó el programa Lamplighter, donde han formado “Mental Health Champions” dentro de cada equipo de trabajo, haciendo más cercano el apoyo por parte de la empresa a todos los colaboradores. Además, realizan evaluaciones regulares de bienestar emocional, además de brindar permisos por salud mental, similares a cualquier permiso médico.
Deloitte, desarrollando un liderazgo visible y políticas de inclusión. En esta empresa se ha vuelto común ver a la alta dirección hablar sobre salud mental, así como la existencia de campañas internas donde predomina el lema “ser vulnerable está bien”, así como la asignación de días para el autocuidado mental. Además, el bienestar mental es parte de las evaluaciones a los líderes.
Google, a través de la normalización de recursos para el cuidado de la salud mental, por ejemplo, brinda terapia gratuita y anónima a sus empleados; además de brindar talleres sobre temas relacionados como la resiliencia, el mindfulness y el manejo del estrés. También hay una línea de ayuda que brinda apoyo en crisis a nivel global 24/7.
Con estos ejemplos podemos inspirarnos e incluso generar ideas para eliminar, o por lo menos reducir el estigma asociado al cuidado de la salud mental. He escuchado a líderes empresariales decir que no quieren tocar estos temas porque equivaldría a abrir la caja de pandora y se develarían muchas situaciones en las que la empresa que no se quiere involucrar. Yo les digo a esos líderes que no tengan miedo. Es peor no hablar del tema, porque la necesidad existe y cada día es más tangible. Incluir la salud mental en la cultura de las organizaciones no es un tema accesorio, ni de moda, es un tema estratégico y de responsabilidad social, empezando con su propia población laboral.
¿Te gustaría crear las bases de inclusión de la salud mental en la cultura organizacional de tu empresa u organización? Escríbeme, puedo apoyarte con mucho gusto.

